Este fin de Año 2011 el Círculo Ventrílocuos Argentinos, CIVEAR, tuvo el honor de contar entre los asistentes a la fiesta de despedida del año, a las hijas de grandes ventrílocuos que fueron en la historia de la ventriloquia en Argentina.

Una de las razones de ser del CIVEAR justamente era rescatar a los ventrílocuos desconocidos que habían hecho a nuestra historia y vaya a saber por qué ingrata razón no alcanzaron un nivel de popularidad importante cuando justamente se trata de un arte que
Norma, hija de Joaquín Gonzalez, Osiris y Casimiroatrae de por sí al público, tanto niños como adultos gozan de nuestro espectáculo, porque su escencia es humana, más allá de un buen libreto, una rutina graciosa, una actuacion brillante con buena técnica, la ventriloquia nace de los sentimientos profundos y eso es justamente lo que capta el público y lo recibe con alegría y gratitud.
En ese afán de rescatar valores y tejer una historia,
que pronto también estará plasmada en las letras gracias al trabajo del talentoso periodista y escritor, también ventrílocuo, Daniel Riera, con su consagrado duo Paco y Oliverio, nos ha prometido que para el año 2012 ha de presentar su libro referido a la historia de nuestro arte en Argentina.
Nancy, hija de Emilio Dilmer, Dilmer con Gregorio y VenancioDentro del incansable trabajo que realizó nuestro colega, rescató a los hijos de esos artistas desconocidos por el gran público, aunque no tanto para otros paises donde se destacaron por su arte aportando una presencia argentina importante que permanece en el recuerdo, y así fue que decidimos entregar a sus herederos un humilde recuerdo como reconocimiento a la memoria de dichos grandes colegas, maestros de esta historia de hombres y muñecos que hablan. Se les entregó una plaqueta alusiva y un diploma para que mantengan como testimonio que nada se pierde, que tarde o temprano se han de reconocer nuestros aportes posi
tivos a la vida, al arte, y así fueron recibiendo sus recuerdos en el orden en que están publicadas estas fotografías, de acuerdo a la antigüedad de esos artistas, en cuanto al momento de su desaparición física, para ubicarlos en tiempo aproximado.
En cada entrega un emocionado agradecimiento de cada heredera, o heredero, como en el caso de nuestro querido Javier Villoldo, Javier y Jaimito Javier, hijo de Javier Adrúbal Villoldo, Javier y Jaimito
No se trata de un error, así es, ambos son Javier y Jaimito ya que su hijo, dignamente prosigue transportando la bandera de éxitos de su padre, a quien algunos de nosotros llegó a conocer y verdaderamente se trataba de un gran artista, con una técnica excepcional, una voz prodigiosa, y un talento increíble para darle vida a su Jaimito, que como dijimos anteriormente sigue vivo en los brazos de a quien nos atreveríamos a llamar su hermano. No olvidemos que somos muchos ventrílocuos que consideramos hijos virtuales nuestros muñecos, una forma de comunicarnos sentimentalmente con ellos. Esta idea no es compartida por algunos artistas, pero tengamos en cuenta a los que sí

Carmen, hija de Norberto Marión, Paquer y Tiburcio
A Javier le siguió Carmen, hija de Norberto Marión, con quien muchos integrantes del CIVEAR pudimos compartir momentos, cuando su nieto el Dr. Alexis Vilariño Marión, lo acompañaba pacientemente a las reuniones y el querido Paquer regresaba a su pasado de gloria en los escenario mostrándonos sus técnicas. Por eso insistimos que esos momentos fueron sumamente emocionantes y agradecemos a Dios por habernos permitido disfutarlos de esta manera.
El gran Final
A tanta emoción y muestras de afecto le agregamos un broche de oro. Por primera vez en el CIVEAR en sus doce años de vida, hemos distinguido al VENTRILOCUO DEL AÑO, correspondiendo esa nominación justamente a Daniel Riera, Paco y Oliverio, quien pese a corta
trayectoria ha sumado una increíble cantidad de presentaciones en público, con un nivel importante, mostrando su profesionalidad en base a estudio, sacrificio, ensayos, verdadera vocación y que jamás dejó de apoyar nuestra institución de todas las formas que
Daniel Riera recibe el premio VENTRILOCUO DEL AÑOestuviesen a su alcance. Una distinción más que merecida y con la anuencia y aprobación de los demás colegas que no solo ven los resultados de sus gestiones, sino que concurrieron a sus recitales y pudieron comprobar que todo lo aquí expuesto es poco con respecto a lo que él brinda en cada espactáculo. Se le concedió el honor de entregarle la plaqueta y el certificado, al ventrílocuo más joven del CIVEAR que continúa en carrera ascendente al estrellato, con mucho talento, buena técnica, creatividad y por sobre todo, excelente perfil como Ser Humano, una promesa importante que dará que hablar, él es Martín Chessini, Martín y Antunez.
Así se desarrolló nuestra fiesta que seguramente quedará en la memoria de todos los presentes, veremos quien se hace acreedor al premio del año 2012, así como qué familiares de artistas argentinos desaparecidos podemos volver a brindarles un momento hermoso de recordación para esos grandes olvidados de nuestro arte.
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